martes, 29 de septiembre de 2009

Días bonitos y salida al Jardín Japonés con tus amiguitos y seños del jardín.

Hace varios días no contaba tus aventuras.

La semana pasada estuviste mucho mejor. Según Leti (tu maestra integradora) aún seguís medio rebelde, pero no como en esos días en los que me citaron para preguntarme si pasaba algo en casa porque estabas incontrolable. De eso publiqué una entrada anteriormente porque la verdad me había angustiado mucho este cambio que habías tenido.
Así que de a poquito te estás portando mejor en el jardín. Esperemos que esto sea algo pasajero y que vuelvas a ser el mismo Valen de antes. Quiero creer que será así y que sólo es una etapa o un retroceso que anticipa que escales un peldaño más en tu maduración.

En tus terapias la semana pasada estuviste bárbaro. Incluso con Raquel, tu neurolinguista estuviste 10 puntos. Con ella te viste el miércoles en vez de los viernes como habitualmente lo haces semana tras semana porque el viernes tuvimos tu tercer salida con el Jardín, salida que se había postergado por el diluvio del viernes anterior (viernes 18/9).

Compartiste la sesión de Raquel con Juanma, un nuevo amiguito, a quién ya llamás por su nombre y con quién te encariñaste mucho. Juanma es paciente de Raquel y también va con vos los sabados a la pileta en donde juegan hasta el cansancio en el agua mientras Pía (su mamá) y yo detrás del vidrio descargamos las angustias y alegrías vividas con uds en la semana. Es una terapia para todos, jeje!.
Cuento esto porque me puso muy feliz la alegria que expresaste en una sonrisa cuando te conté que a lo de Raquel iba tu amigo y a pesar de que mamá se confundió el horario y tuvimos que esperar media hora hasta que Juanma viniera con su mamá te quedaste re tranquilo sentado en el sillón comiendo galletitas y a cada rato me decías señalándome a la puerta: Juaba! (Juanma); y yo te decía que en un rato iba a llegar pero que para eso había que quedarse sentadito sin hacer lío sino no ibas a poder jugar con él, y sin vacilación permaneciste super quietito y sereno. Estuvieron bárbaro los dos en el consultorio, jugaron mucho y vos permaneciste sentado a su lado todo el tiempo. Hubo sólo dos momentos en donde Raquel te tuvo que llamar la atención para que volvieras a tu silla. Y eso es todo un logro.
Al otro día me sorprendió un llamado de Raquel quién llamó a casa para felicitarme y decirme lo contenta que estaba de haberte visto tan bien el día anterior, me dijo que se puso feliz de escucharte hablar más y más clarito, de lo conectado que habías estado y de lo bien que te habías portado. De más está decir que ese llamado fue un mimo y una tranquilidad para la angustia que tenía guardada hace varios días debido a los cambios en tu conducta.

Finalmente el viernes nos fuimos de excursión. Leti no pudo acompañarte ya que era a la tarde y no pudo arreglar con su otro trabajo. Así que después de hablar con Nati decidimos que yo los acompañara por las dudas, pero que me mantuviera al margen para que pudieras hacer el recorrido con el resto de tus amigos y tus seños.
Volví super contenta de lo bien que te portaste. En ningún momento saliste disparado corriendo, esperaste tu turno sentado para darle de comer a los peces y en los pocos momentos que amagabas con levantarte bastaba la voz de Silvi (tu seño) o Vani (tu profe de gimnasia) para que vuelvas a sentarte en tu lugar. Mirabas todo a tu alrededor: los pájaros, las plantas, el agua, los aviones que pasaban, todo. Yo me mantuve alejada y los iba siguiendo atrás sin perderte (obviamente) ni un segundo de vista.
Lo que más me asombró, que para muchos papás puede ser lo más normal del mundo, fue cómo te preocupaste por un amiguito tuyo que no paraba de llorar. Nunca lo habías hecho, si algún nene lloraba era como que no lo escuchabas o no te dabas cuenta de la situación. Pero esta vez no parabas de mirar a Sebas y buscando mi mirada lo señalabas y me decías : "Shebas!", como diciéndome: "mirá mamá, está llorando". Me causó más ternura aún cuando volvíamos en el micro en donde Sebas todo lloroso se sentó al lado tuyo todo el viaje de vuelta, que me miraste y me dijiste: "yora Shebas". Y yo te respondí: "Sí Valen, está llorando, pobrecito!".
Cuando volvimos a casa y el Tata llegó de dialisis y te preguntó cómo te había ido contestaste: "tetetitos" (pececitos); y tu Tata te preguntó: "y qué les diste de comer a los pececitos?" a lo que respondiste: "alletitas!" (galletitas); "que bueno!", dijo el Tata , "y la pasaste lindo?" a lo que con cara de preocupado contestaste: "Shebas yora!"... Jaja!, que hermoso que sos y que orgullo sentí por vos una vez más.

No dejás de sorprenderme día tras día y son estos "milagritos" los que me llenan el alma y el corazón de alegría, amor y esperanza. Como siempre digo, cosas que para muchos papás son lo más normal del mundo, para mí son el mundo entero.
A veces este camino se hace muy cuesta arriba y cuando por momentos la angustia invade mis días al pensar en tu futuro, o en los días que vendrán, es tu sonrisa, tu mirada, tus besos mariposa y cada pasito que vas dando el combustible para que mi alma siga adelante, contra viento y marea, para seguir sosteniéndote la mano y continuar caminando juntos.

Acá les dejo dos videitos, y nuevamente pediré perdón por lo mal que se ven. Tengo que comprarme urgente una camara de fotos que filme como la gente. Por lo pronto filmo con mi celu que tiene una definición horrible, pero bueno, es lo que hay amigas, jeje!

En este primer video estamos con Valen el miércoles pasado (23/9)comiendo algo al mediodía a la salida del jardín antes de ir a ver su terapista ocupacional Leo que es una divina y con quien disfruta cada sesión a la que lo llevo. Le tiene una paciencia de santa y logró mucho gracias a su dedicación y dulzura. Este día hicimos maratón porque a la tarde ibamos a ver a Raquel como conté previamente.
Acá lo vemos deletrando el cartel del matafuegos, jaja!, es un campeón con las letras!... y comiendo papas que es su gran debilidad y excelente reforzador cuando se porta bien o realiza alguna actividad sin inconvenientes.




Este segundo y último video es en el Jardín Japonés el viernes. Yo venía atrás de todo filmándolo y lo hubiera hecho por más tiempo si el telefóno no se me hubiera quedado sin memoria, ufa!. Si prestan atención cuando hago zoom, lo van a poder ver a Valen de la mano de Nati (directora del jardín) quién está con una mochila roja. Iba lo más pancho el señor de la mano de ella, jeje!, también con lo que la quiere, que problemas va a tener?, jeje!





Espero les gusten, buena semana a todas!!